Hacer glaseado de limón para bizcocho es muy sencillo y una forma estupenda de potenciar el sabor y el nivel de tu postre. Con esta decoración mejora su apariencia, logrando un acabado más bonito y vistoso, ¡todo son ventajas!
El glaseado de limón solo lleva dos ingredientes: el azúcar y el limón. Elige cítricos de calidad que aporten el sabor y aroma que buscas, no dudes en comprar limones online en naranjastradicionales.es.
Receta del glaseado de limón para bizcocho
La importancia de la densidad del glaseado de limón en repostería
Para conseguir el mejor resultado lo ideal es preparar un glaseado de limón denso, que cubre muy bien y deja una capa lo suficientemente importante para que su sabor se perciba bien y el aspecto sea más profesional. Si queda muy líquido se caerá demasiado por los bordes del bizcocho, la capa será muy fina y pueden aparecer lagunas o zonas casi sin cubrir en la parte superior. Por eso es importante seguir la receta y las cantidades al pie de la letra.
Pero si te gusta más ligero, la solución es sencilla: añadir un poco más de zumo de limón.
El glaseado de limón también se puede utilizar para decorar galletas o pastas. En ese caso si vas a usar un cucurucho abierto por la punta para hacer un dibujo, letras o motivos intrincados, quizá necesites que la mezcla sea un poco más fluida. Además, si pones una capa muy gruesa en una capa fina puede endulzar demasiado. Para ello solo tienes que añadir un poco más de zumo de limón, hasta lograr la densidad que te interesa.
Ingredientes para hacer una glasa de limón para bizcocho
- 130 gramos de azúcar glas, también llamado azúcar molido o azúcar impalpable.
- 35 ml de zumo de limón
Cómo hacer glaseado de limón para bizcochos y decorar en tres pasos
- Pon en un cuenco bien limpio y seco el azúcar glas tamizado.
- Ve añadiendo zumo de limón muy poco a poco y mezclando con la ayuda de una cuchara o con unas varillas pequeñas hasta que se integre bien y consigas o una glasa lisa, sin grumos, densa y de aspecto uniforme y homogéneo.
- No la prepares con mucha antelación para que no se seque el cuenco. Lo ideal es que tras preparar la glasa de limón la puedas verter sobre el bizcocho y dejar secar sobre ello logrando una decoración perfecta y lista para disfrutar saboreándolo.
Trucos y consejos para hacer glasa de limón para bizcochos
Puedes lograr una glasa son un sabor más intenso a limón con su piel rallada
Si quieres un glaseado de limón con un toque extra de sabor y un cambio de apariencia, al verter la glasa sobre el bizcocho puedes añadir ralladura de piel de limón. El resultado ya no será una capa blanca uniforme, también queda muy bonito y el aroma y sabor son más potentes.
Cómo verter la glasa de limón para un bizcocho de decoración perfecta
Traza una línea imaginaria en el centro del bizcocho que vaya de punta a punta si tiene forma rectangular y vierte la glasa recorriéndola de lado a lado. Por lo general se expandirá por los lados, pero puedes usar un alisador de repostería para llevarlo hasta los bordes y que caiga ligeramente por ellos.
En un bichoco redondo, vierte la glasa de limón en el centro y mueve ligeramente para que se desplace por toda la superficie hasta llegar a los bordes, logrando una decoración muy bonita.
Añade decoraciones a la glasa de limón para un bizcocho personalizado y vistoso
Antes de que la glasa de limón para el bizcocho se seque, puedes añadir algunos elementos que además de aportar sabor hagan que la decoración y aspecto visual de la pieza sea más llamativo y atractivo.
Por ejemplo, puedes usar pétalos de flores comestibles como las rosas o las capuchinas, siempre que no estén tratadas con químicos y sean aptas para el consumo. Al secar la glasa quedarán adheridas a ella y el resultado será muy bonito, etéreo y campestre, con un toque romántico.
También puedes usar sprinkles de repostería si lo prefieres, como pepitas de chocolate, perlas de azúcar o decoraciones de colores y formas diversas. El resultado puede ser muy divertido.
Cómo hacer azúcar glas en casa
Si quieres hacer una glasa de limón para bizcocho y te has quedado sin azúcar, muele el azúcar blanquilla en un molinillo para café o un robot de cocina que disponga de esta función.